Ando de sequia, con este calor que envenena a las sandias, coger un pincel se me hace extremadamente fexugo. Y bajar a la cueva de los horrores, pues tambien, prefiero acariciar con la mirada el paisaje del verano que tengo enfrente y ver crecer los tomates.
2 comentarios:
Me gustaría ver ese paisaje que contemplas, pero es cierto que el calor nos aplatana y se nos quitan las ganas de hacer cualquier cosa.
Yo mañana me voy a la playa, al mediterráneo. Tengo una cita con L. Cohen el domingo :)
y donde estas? que no te veo...
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